Estados Unidos es el país más rico del mundo y con un fuerte poderío militar, sin embargo, la pandemia de la Covid-19 puso al descubierto cuánta pobreza se esconde detrás de esa fachada y la realidad que ocultan.
Esa es una de las razones por las que ejecutan una política contra China, país que le sobrepasa en eficiencia y eficacia económica que hace temblar a los yanquis. De ahí las sanciones, el aumento de aranceles y toda una gama de acciones que pretenden afectar a su rival, sin lograrlo.
China controló la pandemia de forma efectiva y rápida, demostrando la fortaleza de su sistema político y económico, algo que Estados Unidos con su pompa de grandeza no puede igualar, poniendo en evidencias la debilidad de una economía que es solo para los ricos, aunque su propaganda quiera aparentar lo contrario.
Desde hace años el nivel de la clase media que exhibían los yanquis se esfumó y la pobreza gana terreno cada día, situación que se comprueba en sus índices de pobreza, uno de los mayores entre las naciones desarrolladas.
Philip Alston, relator especial de la ONU para la extrema pobreza y derechos humanos hasta el 2018, declaró: “más de 40 millones de estadounidenses viven en niveles de pobreza”, y añadió:
“Estados Unidos, posee la mayor tasa mortalidad infantil del mundo desarrollado y la expectativa de vida de sus ciudadanos es menor y menos saludable que en otras naciones ricas; además tienen uno de los mayores niveles de encarcelamiento del mundo”.