(Continuação)
La Religión incaica y la Cosmovisión Andina.
Es la concepción y la interpretación que una cultura tiene del mundo. El estudio de la cosmovisión andina muestra que la vida del hombre estaba cargada de un profundo sentimiento religioso. Había la Concepción del Tiempo. En el mundo andino, el tiempo era concebido de modo cíclico, es decir, como la repetición constante de periodos de caos o desorden y luego de cosmos u orden. El caos se daba cuando las divinidades se enfrentaban por la supremacía. Al triunfar una de ellas se iniciaba un ordenamiento del mundo y de los hombres. Había la Concepción del Espacio.
El espacio era concebido en dos niveles diferentes: el horizontal y el vertical. En el nivel horizontal veían el espacio en forma dual: hanan y hurin (arriba y abajo). Estas dos mitades luego eran divididas en otras dos, dando origen así a una partición en cuatro tipos de espacio. En el nivel vertical, el espacio estaba dividido en tres planos: Hanan Pacha (mundo de arriba), Kay Pacha (mundo de aquí o de los vivos) y Ucu Pacha (mundo de abajo).
Las divinidades Andinas.
En el mundo andino existió un gran número de divinidades, que habitaban en el cielo y la tierra y se comunicaban con los hombres a través de los oráculos, donde los sacerdotes interpretaban sus mensajes. Para asegurar la protección permanente de sus dioses, los hombres debían entregar ofrendas periódicamente. En la religión también se manifestó la concepción dual del espacio. Por ejemplo, las divinidades Pachamama y Wiracocha eran identificados con la tierra o mundo de abajo y el cielo o mundo de arriba respectivamente.
El Sol.
Conocido como Inti o Punchao, era el que fertilizaba la tierra, daba vida, sañul y paz. Como los Incas se consideraban hijos del sol, le dieron un lugar importante e hicieron de su culto algo oficial, aunque reservado a grupos estrechamente vinculados con la élite cuaqueña de los cuatro espacios, definidos en el parágrafo anterior..Se le representa como una diosa productora de alimentos y como la divinidad de la tierra, ha sobrevivido debido a que fue relacionada con la virgen María.
Wiracocha.
Fue Wiracocha el que ordenó el mundo: mandó al cielo al sol y la luna, para luego dividir al mundo en cuatro partes. Además ordenó a los hombres salir de sus sacarinas o lugares de origen, que podían ser cuevas, fuentes de agua o precipicios. Una vez terminada su labor, Wiracocha siguió el camino del sol y se perdió en el océano.
Pachacámac.
Era una diosa subterránea capaz de producir terremotos y dar alimentos. Compartía con Viracocha el atributo de ordenador del mundo. Fue muy popular en los andes y su santuario estuvo al sur de Lima.
Las Huacas.
El término huaca designaba a todo aquello que era sagrado: incluía a los dioses, sus santuarios y estatuas, los lugares y objetos de culto, así como ciertas personas y cargos específicos. El Inca, los curacas y sacerdotes eran considerados huacas, pues podían comunicarse con el mundo de lo sagrado. Las huacas de acuerdo con su importancia, tenían personal dedicado a organizar las fiestas, los rituales y la entrega de ofrendas, con lo que la comunidad aseguraba su bienestar.
Los Sacerdotes.
En el Tahuantinsuyo las autoridades políticas asumían junto con sus funciones y privilegios, el deber y el derecho de encargarse de asuntos religiosos, pero eso no indicaba que fueran sacerdotes. Es el caso del Inca y de los curacas, no sólo eran considerados sagrados sino que también debían oficiar ceremonias y rituales con mucha frecuencia. Eran también considerados Cacique, potentado o gobernador, por cumplir su encargo con devoción, santidad, orden y paz. Si la paz desparecía, tenían alternativas para retomarla. El Imperio Incásico existió durante centenas de años, siempre dedicado a la paz, calma y organización con jerarquía.
Este Gran Imperio, el más extenso de América y uno de los más grandes de la antigüedad abarcó casi toda la parte de Occidental de Sudamérica (Desde Colombia, pasando por Ecuador y Perú, Bolivia hasta cubrir Chile y parte de Argentina). Con una población de más de 12 millones de habitantes unidos por una sola lengua, el Quechua. Estaba gobernado por un emperador llamado Inca. Su capital, la ciudad de Cusco, (Ombligo en quechua), ubicada en medio de los Andes, era llamado por sus pobladores ‘Ombligo del Mundo’, ya que ellos pensaba que fuera del imperio no existían pueblos civilizados. Los Incas fueron los especialistas en la piedra. Con ella construían casi todo, Edificios Públicos, Templos, Sistemas de Regadío, Canales y Fuentes de Agua, Esculturas, etc. Son famosas sus inmensas piedras (de cientos de toneladas) talladas como piezas de inmensos rompecabezas para encajar a la perfección con las otras piezas. forjador de un imperio, con una administración perfectamente organizada, una burocracia estatal con conciencia de clases, y que contaba con hábiles ingenieros y arquitectos.
El Imperio Inca, con su centro en las mesetas del Perú, se formó al mismo tiempo que el azteca, en el s. XIV, y subsistió hasta que los conquistadores españoles llegaron en 1530.
En el norte de Sudamérica, los arqueólogos han hallado restos de cultivos y trabajos que – según sus cálculos – se remontan hacia el año 7000 a. de J.C. Los indios chibchas que habitaron en lo que hoy es Colombia constituyeron un pueblo destacado. Eran muy hábiles artesanos y fabricaron objetos de adorno, de oro batido, que dieron origen a las leyendas de El Dorado (el país del oro). Con el tiempo se creó una unidad política estatal, el reino Chimú, que alcanzó bienestar y poderío basados en los cultivos en terraza, en la pesca, y en una administración centralizada. Su influencia se extendió sobre todo el norte de Sudamérica, pero su duración fue muy corta. El reino Chimú no pudo resistir los ataques del poderoso pueblo inca.
(Continua)