Um Café na Internet

UM POEMA DO ARGONAUTA MOISÉS CAYETANO ROSADO
SALGUEIRO MAIA EN LA HORA DE DESCOLGADOS HOMENAJES
Enseguida el olvido;
después la exaltación como homenaje
al mismo que la hace, no a ti mismo:
al que se pone las medallas
cuando llega la hora de la fiesta,
pasada la tormenta de la que supo resguardarse.
Tú, una voz de firmeza irreversible,
un cuerpo expuesto
a la última locura
de fiera acorralada…
Vinieron , tras las flores,
los silencios;
tras los primeros parabienes,
la penumbra,
y tras ello
la dura mezquindad.
Tú,
como todos los que os jugasteis todo
pensando en los demás
y no en las obsesivas
hombreras recargadas,
acataste la afrenta con grandeza
y te fuiste al olvido
y al eterno reposo de la losa.
En tu mar vegetal,
abierto al valle
sosegado
de Castelo de Vide,
has vuelto a alzarte una vez más.
Y no por la fanfarria
de los que juegan sucio con tu nombre,
sino por la mirada
de la gente sencilla,
que al contemplar la escena
de montajes teatrales
sonríe, y es condena su rictus,
sabiendo que compartes, desde tu paz,
el mudo sentimiento.
El homenaje, con todo, es más profundo:
está en los corazones
agradecidos, cálidos y tiernos, de tu pueblo.
(Do livro SIEMPRE ABRIL)